Los perfiles metálicos, al contacto con un foco externo de calor ( INCENDIO ) experimentan un rápido incremento en la temperatura, y con el paso del tiempo, una disminución de su resistencia mecánica.
Cada metal o aleación, tiene una temperatura crítica, por encima de la cual, el perfil ya no puede soportar la carga para la que ha sido diseñado (para el acero se suele considerar 500ºC). Para evitar la pérdida de estabilidad de la estructura, existen varias formas de protección que se basan esencialmente, en el recubrimiento de los perfiles con materiales aislantes, y con un contrastado comportamiento frente al fuego.
La Normativa Europea ( tanto en Edificación como en Industria ), exigen a las estructuras un grado de capacidad portante en caso de incendio, que es superior al que las propias estructuras poseen en la mayoría de los casos sin ningún tipo de protección.
Para evitar la pérdida de estabilidad de la estructura, existen varias formas de protección, como son:
IGNITOR : A. Protección Estructural